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Concepto de alma
Fechner adoptó una idea cristiana de la vida y consideraba que esta era una especie de prueba para el hombre. Además, para él las acciones buenas o malvadas del individuo seguirían actuando más allá de la vida terrenal. Consideraba también, que el alma humana era un campo de batalla entre estos espíritus contrarios lo cuales resultaban de la buena o mala voluntad del hombre.
En 1848 Fechner estudia en Nanna la vida de las plantas, en este texto refutaba la opinión común que les niega un alma. Expone que naturalmente el alma de las plantas es distinta a la de los animales, pero no es inferior; sino que, representa más bien otra dirección de desarrollo. Es menos individual y su vida depende mucho más del ambiente donde se radica. Por eso carece de memoria e inteligencia.
El universo para él era simplemente una apariencia de la realidad. Lo cual habría que buscarse a través de una analogía con nosotros mismos: a la objetividad material corresponde una objetividad espiritual, y al cuerpo, el alma. Todos los seres están animados en diversos grados, desde los cristales minerales a las plantas y desde los animales al hombre, en grados y formas distintos. Además la tierra y los astros también están animados. Y todas las almas individuales reposan en la unidad de un alma suprema que fundamenta y gobierna todas las leyes naturales.
Finalmente para Fechner el nacimiento es el paso de un germen de vida a su florecimiento, la muerte es el desenvolvimiento del mismo germen en forma más elevada, libre de los límites de la corporeidad primitiva en una espiritualidad y corporeidad nueva. La inmortalidad está en el propio mundo, en un plano que nuestra sensibilidad no alcanza, pero no por eso deja de ser real y de estar inserto en la armonía viviente del universo. En conclusión, la conciencia del valor de la individualidad es tan viva en Fechner que admite la inmortalidad de las almas.